lunes, 4 de marzo de 2013

Guerra de almohadas. Paralelo I





 "La buena conciencia        
 sirve de almohada." 
John Ray, fundador de 
la botánica moderna. 



     Mirando por la ventana, en la antigua casa de mis abuelos, la primera reflexión sondaba en los brotes verdes de ZP que están llegando a Castilla la Mancha de la mano de Dolores de Cospedal, las gaviotas que entran por las gallinas que salen. Grande en el juego de toma de almohadas de los partidos, regidora del destino de la tierra de mis antepasados por demérito de sus predecesores. Otra flatulencia más que empaña con un nubarrón de plumas el celaje de algunas joyas de nuestro patrimonio natural, uno de los mejor conservados de Europa.

     Entumecido, con la somnolencia del ayuno, demoré mis ejercicios diarios de dibujo. Se oía el zumbido de la leña, bravucón, consumiéndose. Un enjambre envalentonado intentando ahuyentar al viejo que acababa de encender la caldera.

     Evocaba todas las invernales que hice desde mi adolescencia, las veces que me había quedado varado por una ventisca, aferrado como una garrapata en alguna pequeña oquedad de una pared de hielo. Podría añorar esos tiempos sin embargo, un lápiz y un papel siempre me han aportado aventuras igual de intensas.

     El entrenamiento casi había acabado, los últimos días de exilio. Una tormenta de silencio, una obsesión blanca, una pasión de invierno, que se extravían...


...como plumas en la nieve.


Carmelo Ortega. Febrero 2013.









1 comentario:

Anónimo dijo...
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