“Es la secta, el azote de las cumbres.
Aparecieron por el horizonte como una horda
dispuesta a asolar los montes.
Aún sin armas, por amor propio,
la última conquista, la última frontera,
en un trance orgásmico, buscaban…
el último CIMA.”
Las crónicas de Onán el bárbaro.
Aparecieron por el horizonte como una horda
dispuesta a asolar los montes.
Aún sin armas, por amor propio,
la última conquista, la última frontera,
en un trance orgásmico, buscaban…
el último CIMA.”
Las crónicas de Onán el bárbaro.
No, hoy es un día de escapada, de huida, de abrazar la libertad. Un domingo donde la travesura es bienvenida, aceptada, casi obligada. El Onirismo de lo prohibido siendo críos, o era onanismo…
El maestro y yo traicionados por ese espíritu, por la promesa de un día de aventuras, al ser requerida nuestra documentación por la castidad de una de esas parejas que aburridas de la monotonía, buscan nuevos amigos cuando comprueban que verdaderamente somos adultos. Nos recuerdan que es de mala educación poner los pies en la mesa pero, quien va ha evitarlo en la casa de todos.
Dos años han sido suficientes para que el ritual sea atávico. El club de los sin ganas han roto las premisas de esta fiesta, han demostrado que no son necesarias para un gran día de cicloturismo, gastronomicimero. Que más da. El national geographic de APM casi al completo, tiene mucho que fotografiar, que deliberar, siempre son cosas importantes y trascendentales, es la excusa. El monte, en bici, a bota o en coche, con la familia o frivolizando entre amigos, una parada ineludible en ese intrincado y sinuoso camino que es la vida.
Pretendía escribir unas líneas surrealistas, una crónica llena de épica, sufrimiento y valores pero no las he encontrado. El domingo fue un día amable a pesar de mi pequeña crisis asmática, he sufrido tantas que de hábito si no son graves no me alteran el ánimo. Un día fraternal, de esparcimiento, de admiración compartida y de éxito en nuestros pequeños y distantes objetivos para ese día. La comunión de la plantá concebida por el maestro, no del pincel eso es patente, su maestría es fruto de su amor a Abantos y su maestría es ser el vértice de ese movimiento que nos aglutina a individuos tan dispares en su segundo aniversario con el deseo, como reza en los carteles, de envejecer con las montañas. Por ello, hubo cabida para la preciosa locura de Ixma, engrosar el zurrón de Fsilo, la agónica lucha de Vettonia por llegar lo más lejos posible, la danza extrema en las duras rampas de la Mesa de Morning y Vicen, la convergencia contemplativa del resto, con el encomiable esfuerzo de los amigos del norte, Pie, Javier, Elgolfor y el homenaje al anfitrión, artífice del descubrimiento de esta hermosa subida, Gámi.
Llegado a esto, las primeras líneas que de irreales deberían haberme llevado a ese delirio entre lo absurdo, la ensoñación y la heroica, espero que no quede ñoño pues no tengo intención de borrarlas.
Gracias a todos.
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