viernes, 22 de agosto de 2008

El SUEÑO DE AHAB





“Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.” 
(Anónimo). 

Llamadme Chuparuedis,…

   …Encontrándome con poco o ningún dinero en el bolsillo y sin perspectivas inmediatas de curro decidí embarcarme en otra de las locuras de APM, efímeras en su desempeño se perpetúan en el tiempo.

Me metí, debajo del brazo,…

    …Un saco, la colchoneta autohinchable, una hamaca, cordino, mosquetones, una equipación de entretiempo,…dos botellas de vino, un par de longanizas de venao y un trozo de queso tradicional “molotov” manchego en aceite. Me subí a la flaca y marché a embarcarme a puerto Atocha. Fue nada mas salir que un pellisco-reventón y las prisas por repararlo rompiera el prolongador de la válvula, no me quedó otro remedio que tomarlo con mucha calma aún a riesgo de perder marea alta. Mas de media hora para inflar una rueda, a poquitos, para que la válvula saliese lo suficiente para enganchar la bomba, eternos. En ese lapso existencial me creí ver inflando a soplidos, incluso con los brazos estirados y la rueda entre ellos, azuzando al aire para que entrase en la cámara, agitándolos como si de un cazamariposas se tratase y una traviesa y preciada candelilla no se dejase atrapar.

 Llegué tarde al puerto y allí estaba la chalupa donde pretendía embarcarme.

   La elección del capitán fue realizada semanas atrás, la marinería estaría formada por Campa y yo. Cumplíamos los requisitos solicitados por el capitán, disponer de herramienta propia y ganas de capturar a esos monstruos que brincan por encima del horizonte tratando alcanzar el cielo, estando dispuestos a viajar a la deriva si fuera necesario. El capitán, Buru-pelao, cegado por esa embriaguez que extraen las musas del alma de los mortales para hacerlos eternos, se limitó a advertirnos que la única cama de la chalupa era suya y no era negociable, el resto lo compartiríamos todo. Por otra parte la paga se me antojo magnífica, el quiñón de costumbre, nos repartiríamos los beneficios de las capturas de modo que cada uno podría llevarse tanto como necesitase para saciar su espíritu. Campa, excelente compañero con quien había compartido otras expediciones, estuvo también de acuerdo.

  Tras librar el escollo que había supuesto navegar por rutas comerciales abarrotadas de barcos, me encontraba en un estado de fantasía propiciada por la brisa que me bañaba la cara, aromas de monte, unas pocas horas sin olerlos y los echaba de menos, jara, romero, poleo,…

 ¡¡¡CIIIIMAAA…, A LA VISTAAAA!!! 



Roto el hechizo me contagio del entusiasmo cimero que barrió la cubierta, llegamos a Garganta de la Olla. Preparamos las máquinas y nos lanzamos a la conquista del Piornal de un modo amable, distendido, una toma de contacto antes la batalla de mañana.













   Echar al zurrón un CIMA como el Piornal a última hora de la tarde ha sido muy hermoso, la charleta no se ha visto interrumpida por exigentes rampas y hemos llegado arriba sin proponérnoslo de modo que hemos continuado un poco mas explorando una carreterita que presumía llegar, si cabe, a un lugar con mejores vistas.








De vuelta foto de rigor con la captura.











   Quizás hemos sido crueles en exceso, hemos prolongado la captura recreándonos como posiblemente merecía, sin embargo el resto de los capitanes esperan, llegamos tarde a la cena.


(...)

El Sueño de Ahab. 

Cap 2.





“A buen amigo…, que parte y reparte…,
si se descuida le toca dormir en los bancos de fuera.” 
Refrito Refranero





    La Invasión de los Ultracuerpos parecía aquello, está claro que se puede coleccionar cualquier cosa sin embargo hay que ser de un planeta raro para coleccionar algo tan abstracto como subidas por carretera. A esa pandilla de frikis hablando de puertos nos unimos tres mas. De fondo, llenando la estancia con su menuda figura, Amaia, es la serenidad, la templanza y la cordura en esa jaula de grillos que se había convertido el salón. Joseba, amenazando de boquilla; a ver alma de cántaro, como se te ocurre amenazar a tus colegas mostrando un corazón tan grande, como no sea aplastándonos con el… Los críos encantados con el vodevil que tenían delante, difícil irse a la cama con semejante diversión.

   Degustamos las abundantes y jugosas viandas, si tan suculento banquete resultaron ser las sobras, nuestra falta fue aún mayor por no estar a tiempo para paladear en su correcto orden la cena preparada por nuestros anfitriones. Devoré el grafismo empanado de APM a quien nadie parecía atreverse a incar el diente, es lo que tiene el hambre, no respeta nada. Al postre, trazamos los planes de los planes dentro de los planes para poder olvidarnos de ellos mañana sin ningún tipo de rubor.

   Nosotros teníamos la vista puesta en un atolón llamado Candelario donde queríamos pasar lo que quedara de noche. Cuentan, que desde allí se puede oír el canto de las sirenas, no es otro que el aliento de los titanes, esas diosas que pretendíamos capturar seduciendo con su forma de ninfa en la noche, marchamos en su búsqueda. Nos despedimos con la promesa de vernos en unas horas.

Candelario, a la luz de las velas, que hermosa vista de tierra…!!!







   Candelario, curioso nombre para buscar donde dormir en luna nueva. Dimos bastantes vueltas hasta llegar a una cala en el camino al Travieso. Con impaciencia preparamos los camastros, la somnolencia nos apremiaba, Buru-pelao en la chalupa, con lo chiquitín que es con los pies fuera saludando a las estrellas, o sería una burda excusa que ocultaba otros motivos… Campa y yo colonizamos un trozo de hierva cada uno.

-¡¡¡Siohsss…!!!

    …Mientras me preparo la almohada, mi confortable colchoneta auto-hinchable ocupa su lugar en el espacio, imposible contar las noches que he dormido en ella. Por el aire trota un blues que se ha emancipado de una fiesta en la playa.

    No he acabado de acomodarme y ya estoy soñando, bueno lo que se dice dormido, estoy tan habituado a dormir poco que mi cerebro se desconecta al instante y entro en un trance tan profundo que el paraíso de los sueños queda para cuando estoy despierto. Cuando duermo, DUERMO. Si sueño es con los ojos abiertos, de este modo no los pierdo la vista y quedan siempre a mi alcance.

(…)

-¡¡¡…No pueden estar aquí…!!!, ¡¡¡…No pueden estar aquí…!!!

   Jooder, va a ser que estoy procesando un sueño o mis pensamientos hacen eco, será cierto que tengo la cabeza hueca.

 -¡¡¡…No pueden estar aquí o llamo a la guardia civil…!!!

   Es real, una voz profunda de esas maceradas en alcohol y curtidas por los Ducados me ha vapuleado. Oigo a Campa decir que despertemos a Buru (solo Buru, que no se entera de nada) y busquemos otro lugar. Los ignoro, actúo como si recogiese el petate y en un descuido me escaqueo en la oscuridad y me oculto tras unas zarzas, estoy demasiado cansado para discutir y paso de despertar al durmiente, si saco al macarra del sur de Madrid que llevo dentro le voy a dar razones para llamar a los civiles y no me apetece. La verdad nunca me apetece mostrar a ese chulo medio jincho tan desagradable, peor para el voceras, es el vigilante del camping y la noche se le va a hacer larga.

   Las horas siguientes son un intermitente encender y apagar el cerebro. El voceras enfrentándose a los borrachos que se alojan en el camping según llegan. Cada vez que me despiertan veo a Campa como un sonámbulo dar vueltas en la oscuridad, uf!. De este modo somos molidos por las cinco de la mañana, nos han atrapado una hora de tras de otra sin compasión, en total he conseguido dormir un par de ellas. La elección de lugar no pudo ser mas desafortunada.



(...)

El Sueño de Ahab. 

Cap 3.




“A quien madruga, dios…
 …con el mazo dando” 
Consejo ornitológico del Refrito Refranero.





   Vemos el Golf de Elgolfor, que llegó hace un rato. Lentamente como siguiendo una letanía recogemos los camastros y nos vamos preparando. Entre tanto aparece Elgolfor y Berni (a quien no conocía), nos unimos en una efusiva bienvenida.

   El voceras surge de nuevo del abismo, rebuznando… se queja que somos un cáncer para el negocio, amenazas de nuevo,… resulta que es al voceras al único que se le escucha berrear echando las culpas del follón a nosotros. Tiene suerte, hace años que perdí mi locura juvenil, si no le hubiera soldado la verja de la entrada con una termita casera antes de irnos, no hubiera reparado en ello hasta ser demasiado tarde…jejejeje…

   Buru-pelao se queda un rato mas en la chalupa, no viene a por la Covatilla. Elgolfor, Berni, Campa y yo vamos en búsqueda del resto de los compañeros.
 
   Vamos perdiendo ese tono gris de la mañana según van apareciendo, Alberto, Gami, Pie, Vicen, Gorgonio.






Marchamos hacia la luz,…





Siempre hacia la luz,… cegados por los CIMAs, sin perder la linea.









   El sol de la mañana nos baña con su optimismo. Avanzamos alegres a por el pez gordo, con las velas bien desplegadas, La Covatilla. Su enorme cola se enrosca por la montaña, Pie, Berni y ElGolfor comandan la avanzadilla que abordará sus fauces en primer lugar. A su rueda unido por un cabo invisible, inmerso en la espuma que levantaban, iba culebreando maravillado por la luz pulverizada que nos impregnaba. Llegado donde comenzaba la parte mas afilada de su mandíbula paré, quería dejar constancia gráfica de cómo los compañeros se retorcían evitando las dentelladas de tan magnifico CIMON.





Tralari, tralara,… La Covatilla en el hueco de la muela…





Según Maite, de Parlamento, la Primera Ley del Ciclismo es:

“No importa la dirección que tome, siempre será cuesta arriba y contra el viento.”








   El resto de la subida la hice en el bus de los sprinter, Vicen y yo. Era la cuarta vez que subía a la covatilla, una en montangüai, otra andando y dos en bici de carretera y hasta hoy era un puerto que no me gustaba. Llegar arriba y ver una montaña a la que han infligido unas heridas desmedidas y todo por lanzarse sobre unas tablas en un entorno controlado, para alguien que aprendió a esquiar en la ladera de una montaña virgen y que disfrutaba de subir a las montañas con las tablas a la espalda y ver premiado ese esfuerzo lanzándose por sus palas limpias de remontes,… es inconcebible. Si se me escapó alguna lagrimilla fue por que se me metería arena en los ojos.

   La luz, la compañía de Vicen , con quien he compartido varias quedadas y resulta muy sencillo tener una despreocupada y agradable charla, brevemente interrumpida por la dureza de alguna rampa, llevar un desarrollo menos duro (39x28), han hecho que disfrute de esta subida como nunca, cuando tenga que volver a subirla será menos dura recordando este momento. Vicen, cuando pulamos nuestros problemas físicos se van a enterar de lo que puede subir un sprinter.





   Uno de los puntos de la subida ha sido el rapaz Gami, acechando desde las rocas con su ojo de aguila. Otro ver a Buru-pelao pasar con la chalupa fueraborda, le hacíamos dormido, ¿seguirá con vida El Voceras?.

Vuelta a Candelario para reunirnos con Isma, Maria y Merche, no todo van a ser frikis XY.









   De aquí a La Garganta, paseando por un bosque que induce a la distensión y a la charleta de igual modo que los 35km de descenso hasta el comienzo de La Lagunilla. Un poco antes se unirá a nosotros Jon, llegado de tierras lejanas con el apoyo de su madre. Dieciséis añitos, esa pasión la quiero para los hijos e hijas de mis vecinos y vecinas, que envidia. Para los que se aproximan a la senda que conduce hacia las viejas glorias es motivo de alegría y satisfacción que no se pierda el espíritu que nos ha mantenido tantos años en este loco viaje, disfrutar del fluir de la vida a dos ruedas.




Petit komite…


-Tralari, tralara,… aaaamosquemenfrio…!!!




(…)

   La Lagunilla, simpático nombre para un lindo rincón del Tártaro. El calor, vamos sobre un canal de brea burbujeante. Un sube y baja de mar gruesa de betún, me acompaña Pie, charlamos hasta que el aumento de oleaje y turbulencias lo convierte en un monólogo acompasado por mis resoplidos. El entorno es hermoso, nos distrae de las olas de alquitrán a las que debemos encaramarnos, montañas de asfalto dentro de la montaña. Pie decide volver para ir con los últimos, mejor, voy subiendo a base de fuerza, el desarrollo y mi pobre forma física no me permiten ir de otro modo, concentrado en no lesionarme, no existe nada mas. Remar, hidratarme, ahora con sales, treinta brazas, un sorbito agua, con recato, engullir liquido en gran cantidad en condiciones extremas de calor puede ser peligroso, cincuenta pedaladas, un traguito de sales. Veinte brazas a dos cifras y tenso lo justo para no dañar la rodilla, a Gorgonio diez pies por delante le recorto tres, sorteo esa ola y cedo para poder tensar en la siguiente, Gorgonio mas suelto de pedaleo me recupera esos tres pies y unas pulgadas mas. Un par de millas de tira y afloja y me saca un buen trecho, no me preocupa, mi objetivo es no lesionarme, no véo el momento de poder comprarme una máquina nueva.

   Doscientos pies para la CIMA y aparece un islote, con Circe y sus chicas ofreciendo su abrazo cencio. Como dirían mis paisanos, esperarseeeé. Voy hasta el final y cuando regreso me encuentro a un grupo de tiarrones derrengaos chapoteando en un pilón, no si ya me parecía…, que desilusión. La Lagunilla:








Que Pacha? A quien llamaste rapaz chaval…



Que asco de chico, siempre sonriendo,…



No es nada personal Jon, la envidia me corroe…





Que levante la mano quien no se ha salido de la carretera por ir tan alucinado y levitando de felicidad que no era posible alcanzar los pedales, no seré yo.



De esta guisa acabamos La Lagunilla, de vuelta y media.






   A por El Cerro. Llegados a la bifurcación de El Cerro, no se me atojó pequeño bicho, debía existir algún error. En primer lugar había que remontar unos cien metros y la forma de la montaña hacían suponer que no había menos de quinientos metros de desnivel. Tengo las piernas bastante cargadas y con este calor si quiero subir el Travieso es mejor que me una al grupo de Maria, Merche y Alberto. Mas tarde aparecerá Campa después de haberse asegurado que El Cerro debe tener su miga.

   Vamos en búsqueda de la Ínsula Barataria, donde nos acojan como grandes y podamos recuperarnos. Me alegro de la elección, poder charlar con dos representantes de como practicar cicloturismo en estado puro sin presiones ni agobios, un lujo. Maria y Merche son tan valientes que se pueden permitir hacer el camino a su pasito, sin prisa, demuestran que el ciclismo esta al alcance de todo el mundo si se tienen claras las ideas y olvidan los complejos. Van despacio, tanto que se ven obligadas a esperarme, tengo un cuajo… Me distraigo y disperso con cualquier cosa, me olvido lo que me gusta bajar para hacerlo lánguidamente, con la suficiente pausa como para ir haciendo fotos…

Se dice, que correr es de cobardes. Esta será la tónica para el resto del día, tranquilidad ya llegaré.







   Paramos en Puerto de Bejar, al fresco. Antes de nada un café doble por vena, me estaba quedando dormido sobre el manillar, un helado y el cerebro me arranca de nuevo. Llegan Gami y Vicen, Vicen que ha tenido que abandonar la caza, una rodilla le ha dado un serio aviso. Encontramos una taberna donde comer unos bocadillos y quitarnos una hora de calor extremo, 43ºC es una temperatura respetable. Han quedado patentes las diferentes razas de Locos de las Cumbres, los que se alimentan de bocadillos y los que se alimentan de CIMAs.

   Nos dividimos en dos grupetas, Maria y Merche que salen las primeras y Campa, Alberto y yo que nos vamos dando chapuzones en todas las fuentes hasta Candelario.

   Encaramos El Travieso y tó-parriba. A Campa le crecen alas y ligero como una pluma desaparece. A Alberto le advierto que voy a hacer tres paradas al menos, tengo muy cargadas las piernas y no quiero que me de un tirón, no me pienso perder por nada la nocturna. Está entusiasmado, es la primera vez que se hacía un recorrido tan largo y con tanto desnivel acumulado, su honor está a salvo, no se tendrá que preocupar de cazar este bicharraco en solitario. De charleta, sorteamos El Travieso descuidados, disfrutamos del paso del Expreso Azul de Valdemoro. Llegamos a una inesperada fuente con una de las aguas mas ricas que he probado y hacemos CIMA. Meter El Travieso a la saca con tan buen compañero marca la diferencia entre desear volver a subir un puerto o desterrarlo de la memoria.







Berni, que se las arregló para que su gemelo hiciese CIMA antes que él, la cuadratura del güevo, me duele solo de pensarlo…






Foto de rigor, cargamos el machete y pa'bajo.







   Gami hace buena la previsión de su chica, el susto, chapa y pintura. Llegamos a los coches y desbandada, Gorgonio regresa a Madrid. Isma, Alberto, Campa, Berni, ElGolfor y yo de cabeza a una de las piscinas naturales, el resto a la plantá. Los cuatro minutos en el agua helada me han sentado de vicio para bajar el calentón. A causa del chapuzón y de la diversidad de los planes dentro de los planes no llegamos a tiempo a la plantá.

(…)


El Sueño de Ahab. 

Cap 4.





“Noche, fabricadora de embelecos,
 loca, imaginativa, quimerista,
 que muestras al que en ti su bien conquista
 los montes llanos y los mares secos;”

A la Noche, Lope de Vega




Nos perdimos La Plantá, pero el botellón…,

  …¡Ja!, El Botellón, de Cocacola, la chispa del ciclista. Llamémoslo el parrillón, porque el aguardiente y los otros alcoholes quedaron reservados por si era necesario un molotov de urgencia, se cataron para confirmar su elevado octanaje, poco mas. De comida, empanadas de ElGolfor, carne traída por Vettonia, la tortilla de Berni y otras delicatessen que dimos buena cuenta a ritmo de anécdotas y batallitas, que gran cena. Cumplimos este sagrado deber vital que se tiende a descuidar en días tan intensos una vez saciada el alma.

   Era tarde y había que dormir al menos un par de horas. Pie sentenció, a las cuatro que he quedado en el cruce con Jon. No hay ningún clamor de emoción, malo. Necesito un ciclo completo, pondré el despertador a las cuatro y media sabiendo que me despertaré antes.

   Preparo la bici para la nocturna y le pongo un faro delantero a la bici de Campa. Las ato a un árbol y a su lado me preparo la cama, entre la chalupa de Buru y el cayuco de Gami. Del cobertizo donde cenamos se escucha el sonsonete de viejas batallas, hay unos locos que se resisten irse a dormir, no presto atención de quienes se han metido a los coche a abrazarse a sus flacas. Apenas tengo tiempo de cerrar el saco cuando mi cerebro se ha desconectado.

   A las cuatro, veo a Pie, marcha a por Jon, menos mal que es fiel a su palabra, el campamento parece deshabitado salvo por la voz de Gami, Campa y ¿?, hay mucho que contar. Me desconecto de nuevo.

    El grillo del móvil, genial he dormido dos horas. Aquí no se mueve nadie y me agazapo alerta esperando oir el mas mínimo ruido, aparte de Gami y Campa. Pasan los minutos y estoy empezando a ponerme nervioso, ¿no va a salir nadie mas a la nocturna?, afortunadamente lo dejé todo listo para en menos de diez minutos salir zumbando. Aparecen Pie, Jon, Vettonia (creo) y no se quien mas por la carretera y aquí no se mueve un alma. Me imagino a Pie transformado en Lugh, y con su largo brazo, lanza en mano, asestando campanazos por el cuartel en que hemos transformado el parque. Queda con Gami en el cruce. Es lo suficiente sensato como para no esperarnos allí y tirar para la Peña. Cree que se hará tarde para ver el amanecer, nadie le ha dicho que aquí quinientos quilómetros al sur, en verano el alba es tan holgazana como nosotros.

   Aparecen Gami, Campa y Vicen mientras estoy recogiendo el camastro. Parece que no han podido dormir en el coche, el frío para dormir al raso y no se que historia de haberme pisado al intentar entrar, tengo un vago recuerdo de ese incidente aunque soy incapaz de procesarlo correctamente, es otro de mis superpoderes, poder mantener una conversación estando dormido, ni bajo el agua se me puede hacer callar.

   Despertamos a Buru y poco a poco se despereza el resto del campamento. Las dudas e indolencia inicial se articula en un sin fin de movimientos mecánicos cada vez mas frenéticos. A golpe de batido de chocolate a las cinco estamos listos.

(…)


El Sueño de Ahab. 

Cap 5.






“El concepto de negrura no existe
 cobijados bajo un cielo como este,
 donde ante nosotros las estrellas se dejan caer muriendo
 abrasadas en la atmósfera.”

 Chuparuedis flipando, mientras
 espera al resto de los compañeros.





   Es la oportunidad para que las chanzas azucen los reflejos mientras cruzamos El Cabaco. La noche tiene un poderoso magnetismo para mí, estoy habituado a salir en bici de madrugada para poder relajarme de las interminables horas encadenado a la mesa de dibujo. Me siento Armstrong,…Sí, los sueños son libres y voy flotando como si fuera la primera vez, por la luna.

   Si bien las Perseidas no consiguen alcanzarnos, las ninfas del agua, las Náyades nos han traído un presente. Es el zurrón mágico de piel de cabra que utilizó Perseo para guardar la cabeza de la Medusa, lo necesitaremos para dar cabida en él a todos nuestros mitos.

   La hoz de acero, el escudo de Atenea, el casco negro de Hades, las sandalias aladas,… Cómo confiar en armas prestadas aunque sean de los mismos dioses del Olimpo. Para este tipo de caza cada uno lleva su mejor herramienta, con la que se considera seguro por haberla probado en incontables combates. Intentamos atrapar algo mas que un monstruo o un gigante, buscamos el momento preciso en el cual el sol se contornea por el horizonte, capturar esa imagen que condensa y nos permitirá recordar con una sonrisa estos tres días mágicos.

   Marchamos pletóricos, haciendo nuestra especial cuenta atrás, con la que rozaremos las nubes. Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, burucartel…, uno, dos,… CIMA. Al fin, todos los locos, toda la familia unida, Merche y Maria en esencia también se encuentran entre nosotros. Es la hora de la hermandad de los puertos.









El club de los adictos a la fotografía se amplia…


 


 








Tras abandonar nuestras plegarias a su destino en el éter, nos reunimos en torno al Burucartel, foto y a El Cabaco.





Como tantas veces, me olvido de la velocidad, fascinado por los helechos. Que bajada mas hermosa con la luz que acosa al amanecer. La luz, siempre la luz…




   Soy el último en llegar, me esperan. Hay hambre de CIMAs, en mi caso poco importan no estoy apuntado al reto y he cumplido para la baja forma en que me encuentro, no estoy dispuesto a lesionarme, no soy el único.

   Los mas aguerridos se encuentran con director de equipo, auxiliares, mecánicos,… Tres vehículos, Buru y Campa, Alberto y Vicen, Gami y Yo. Formidable panda…, de hinchos, juzgando a primera impresión ojeando en el interior de los carros. Si hay que registrar esto, con el calor que hace, olor a humanidad, se por experiencia que los picoletos prefieren mirar hacia otro lado.



Subiendo la Alberca



El Portillo...





   El zurrón mágico, insaciable, necesita de capturas. La Alberca, Mogarraz, el Portillo…
La compaña brindando y celebrándolo en una terracita, en contacto con los bravos y bravas por emisora.

   Reunido el grupeto en la terraza nos despedimos Buru-pelao, Campa y yo, de Gami, Alberto, Vincen, Pie, Boirinho, Maria, Merche. Tomamos los atajos del “Tonton” por unas carreteras preciosas y llegados a la autovía el Buru se queda mas pelao si cabe. Mi cerebro se desenchufa hasta Villalba y se descubre uno de los superpoderes de Campa, tener una conversación durante dos horas a base de cabezadas de cinco minutos y sin perder el hilo, excepcional habilidad, esas desconexiones son mucho mejores que las mías, jajajaja…



Epilogo:






   El Sueño de Ahab, descubrir el nombre de esos mitos que despiertan el empeño de capturarlos, participar de su leyenda, es algo que define a Los Locos de las Cumbres. Locos, perturbados, dementes, lunáticos, chalados, chiflados, majaras por buscar, encontrar y capturar a nuestro propio Moby Dick. En resumen, buena gente.

   Durante estos tres días el apelativo de Ahab se lo ha ganado Gami. Elgolfor y Pie han postulado a él fieramente, Isma, y el resto en su conjunto, sin embargo hay que tener mucha pasión por los puertos, su orografía, topografía,… para acompañar a esta pandilla de locos como coche de apoyo, mas meritorio al ser practicante de este deporte sabiendo lo que se sufre por no poder estar ahí,
SOBRE LAS DOS RUEDAS.


Chuparuedis, 2008.


Y en alguna debería salir, creo que el autor es Burum,








   Y Gamisevic nos hizo esta estupenda panorámica. Con Vicen en una de las pocas fotos sobre una bici en la que no me veréis haciendo el Mandril...




No hay comentarios: