sábado, 14 de mayo de 2011

Una vueltecilla por las dehesas de mi pueblo...

 
 

Corred malditas, corred... ^^

Aún hay lugares donde no alcanza la tiranía del coche, carreteras donde las gallinas buscan sosegadamente a los bichos que se escurren al calor del asfalto, vacas, cabras, perros tumbados en medio de la calzada que se limitan a verte pasar con un bostezo, incapacitados por la pereza para siquiera un leve ladrido, corzos, jinetas,... entre los mas habituales. Muflones sin papeles, venaos,... las miradas de indiferencia de las vacas cruzadas en la vía son esplendidas..., da igual que vayas en bici o en un armatoste motorizado, que carbonices la bocina de tu lata o grites, estas en su territorio y te coaccionan con su oronda placidez...






 
 
Estas dehesas que se encuentran a 900m de altitud en el límite donde desaparecen las encinas a favor de bosques cerrados de chaparros y rebollos...

Recorro este camino fronterizo, en un tiempo en blanco y negro una tropa de críos saltábamos por los cercados, sorteábamos zarzas y postigos hacia el huerto, hacia la promesa del agua mineral de la poza de nuestros abuelos... a empaparnos con aromas de espliego, poleo, higuera,...
Hoy, tras 5 horas de bici, me huelen igual que ayer.
 

2 comentarios:

morgana dijo...

Piiiitas pitas pitassss.

Ay, cómo echo de menos esos aires y olores montunos.

Chuparuedis dijo...

Cada vez que paso con la bici por el camino me acuerdo de como perdimos a Carlos entre una zarza, por ver quien hacía mas el indio por encima de los cercados,... como gritaba...

Aunque tampoco puedo hablar mucho, nunca me he caído dentro de una zarza pero si dentro de un espino... ^^'